Históricamente, se ha valorado el diseño por su capacidad para añadir valor a los productos y a los servicios. En el capitalismo moderno, sin embargo, el diseño asume un papel más relevante y más complejo porque aparece influido por los sistemas económicos al tiempo que contribuye a darles forma.

Economies of Design se ocupa de entender cómo el diseño se ha incorporado en los sistemas económicos hata el punto de convertirse en un factor necesario para el crecimiento económico. En sus páginas este libro revela las muy variadas maneras en que el diseño se ha convertido en una característica vital de los sistemas económicos neoliberales; y ello incluye un variado repertorio que va desde las estrategias urbanas hasta los procesos comerciales y las políticas gubernamentales.

“La noción de diseño como algo común que se encuentra a nuestro alrededor, da lugar a un nuevo conjunto de concepciones de lo que represneta el diseño en la vida cotidiana. Siguiendo con la observación sobre su mayor presencia en la venta al por menor y en el diseño corporativo, podríamos llegar a pensar que el diseño se vuelve más espacializado y relacional. En lugar de esa idea del diseño como algo unido a la producción en serie de objetos manufacturados, encontramos quel diseño habita en otros registros. Centros comerciales, informes corporativos, compañías hoteleras y cadenas de pequeños comercios, bares y restaurantes: éstos y otros formatos del sector de servicios distribuyen la reproducción en serie de toda suerte de símbolos. Sin embargo, con esta diferente noción de cultura del diseño, quiero ir un poco más allá, más allá de los mismos objetos de diseño para considerar los vínculos más extensos y visibles entre esos objetos y las personas, instituciones, recursos y organizaciones comerciales que están directa e indirectamente involucrados en su formación, materialización, circulación y consumo”.1